Paisajes de nacimiento estelar, tórridas atmósferas exoplanetarias, una estrella agonizante, interacciones galácticas y la mejor vista infrarroja del universo lejano protagonizan la primera serie de imágenes del mayor telescopio espacial de la historia.
Por: Enrique Sacristán
Este martes se han publicado por fin las esperadas imágenes captadas por el telescopio espacial James Webb, un proyecto conjunto de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense.
Se trata de cinco imágenes que marcan el inicio de la misión científica del observatorio más grande y potente lanzado jamás al espacio. Son estas:
Nebulosa de Carina, precipicios cósmicos y paisajes resplandecientes de nacimiento estelar
Este paisaje de ‘montañas’ y ‘valles’ salpicados de estrellas brillantes es en realidad el borde de una región cercana y joven donde se forman estrellas, llamada NGC 3324, en la Nebulosa de Carina o de la Quilla. Esta imagen revela por primera vez regiones de nacimiento estelar que antes eran invisibles, llamados los precipicios cósmicos. La imagen aparentemente tridimensional luce como montañas escarpadas en una noche iluminada por la Luna.
En realidad, es el borde de la cavidad gaseosa gigante que está dentro de NGC 3324, y los ‘picos’ más altos en esta imagen tienen una altura aproximada de 58 años luz. La zona cavernosa ha sido tallada en la nebulosa por la intensa radiación ultravioleta y los vientos estelares de estrellas jóvenes extremadamente grandes y calientes, ubicadas en el centro de la burbuja, sobre el área que se muestra en esta imagen.
Es una de las mayores y más brillantes nebulosas del cielo, situada a unos 7.600 años luz de distancia en la constelación austral de Carina. Las nebulosas son viveros estelares donde se forman las estrellas. Esta alberga muchas estrellas masivas, varias veces mayores que el Sol.
La tórrida atmósfera del exoplaneta WASP-96b
WASP-96b es un planeta gigante fuera de nuestro sistema solar, compuesto principalmente por gas. Situado a casi 1.150 años luz de la Tierra, orbita su estrella cada 3,4 días. Tiene aproximadamente la mitad de la masa de Júpiter.
Webb ha captado la señal inconfundible del agua, junto con evidencia de nubes y bruma, en la atmósfera que rodea este gigante gaseoso, caliente e inflado. La observación, que revela la presencia de moléculas de gas específicas, basada en pequeñas disminuciones en el brillo de colores de luz precisos, es la más detallada de su tipo hasta ahora, demostrando la capacidad sin precedentes de este observatorio para analizar atmósferas a cientos de años luz de distancia.
Si bien el telescopio espacial Hubble ha analizado numerosas atmósferas de exoplanetas en las últimas dos décadas, capturando la primera detección clara de agua en 2013, la observación inmediata y más detallada de Webb marca un gigante paso adelante en la búsqueda para caracterizar planetas potencialmente habitables más allá de la Tierra.
Nebulosa del Anillo del Sur, el espectáculo final de una estrella agonizante
La nebulosa del Anillo del Sur o de los Ocho Estallidos, catalogada como NGC 3132, es una nebulosa planetaria, una nube de gas en expansión que rodea a una estrella moribunda. Tiene un diámetro de casi medio año luz y se encuentra a unos 2.500 años luz de la Tierra.
La estrella más tenue en el centro de esta escena ha estado emitiendo anillos de gas y polvo en todas direcciones durante miles de años. El telescopio espacial James Webb ha revelado por primera vez que esta estrella está cubierta de polvo.
Este observatorio permitirá a los astrónomos profundizar en muchos otros detalles específicos acerca de nebulosas planetarias como esta, formadas por nubes de gas y polvo expulsado por estrellas agonizantes. Comprender qué moléculas están presentes, y dónde se encuentran a lo largo de las capas de gas y polvo, ayudará a los científicos a refinar su conocimiento de estos objetos.
Quinteto de Stephan, interacciones galácticas
A unos 290 millones de años luz de distancia, este quinteto galáctico se encuentra en la constelación de Pegaso. Destaca por ser el primer grupo de galaxias compactas jamás descubierto. Cuatro de sus cinco galaxias están atrapadas en una danza cósmica de repetidos encuentros cercanos. Ahora, el Webb lo muestra bajo una nueva luz.
Este enorme mosaico es la imagen más grande facilitada por el telescopio espacial hasta la fecha, y cubre aproximadamente una quinta parte del diámetro de la Luna. Contiene más de 150 millones de píxeles y está construida con casi 1.000 archivos de imágenes individuales. La información proporciona nuevos conocimientos sobre cómo las interacciones galácticas pueden haber impulsado la evolución de las galaxias en el universo primitivo.
Con su poderosa visión infrarroja y una resolución espacial extremadamente alta, Webb muestra detalles nunca antes vistos en este grupo de galaxias. Cúmulos brillantes de millones de estrellas jóvenes y regiones de brotes estelares donde nacen nuevas estrellas adornan la imagen. Amplias colas de gas, polvo y estrellas son atraídas desde varias de las galaxias debido a las interacciones gravitacionales.
El Webb también captura enormes ondas de choque cuando una de las galaxias, la NGC 7318B, atraviesa el cúmulo.
El cúmulo de galaxias SMACS 0723, la mejor imagen infrarroja del universo lejano
El presidente de EE UU, Joe Biden, adelantó este lunes la imagen infrarroja más detallada y nítida del universo lejano captada hasta la fecha, en la que aparece el cúmulo de galaxias SMACS 0723. Ha sido la primera facilitada por el Webb.
Los cúmulos masivos de galaxias como este, en primer plano, magnifican y distorsionan la luz de los objetos mucho más lejanos y antiguos que se encuentran detrás, permitiendo una visión de campo profundo tanto de las poblaciones de galaxias extremadamente distantes como de las intrínsecamente débiles.
La publicación de estas cinco primeras imágenes marca el inicio oficial de las operaciones científicas del Webb, que continuarán explorando los objetivos clave de la misión.
Diversos equipos de investigadores ya han solicitado, mediante un proceso competitivo, tiempo para utilizar el telescopio espacial, en lo que los astrónomos llaman su primer ‘ciclo’ o primer año de observaciones.
Fuente: NASA/ESA
Fuente: SINC, Creative Commons BY 4.0 license
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