Una semana antes de la publicación de su informe de seguimiento de perspectivas económicas mundiales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó ayer jueves que rebajará sus últimas previsiones publicadas en enero de este año. Las consecuencias de la guerra en Ucrania rebajarán el crecimiento de 143 países que representan el 86% de la población mundial, adelantó en una carta la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
En su misiva, Georgieva no da detalles por países ni adelanta porcentajes del informe que será publicado la semana que viene. Se limita a descartar una recesión mundial para este año (algo que otros analistas no hacen): “en la mayoría de países el crecimiento será positivo”, asegura, y a enumerar las causas de que el organismo haya revisado a la baja las cifras de crecimiento que previó en enero de este año. En dicho informe, publicado días antes de la invasión de Ucrania por Rusia, el FMI ya rebajaba su previsión de crecimiento mundial del 4,9% al 4,4% (del 6,4% al 5,8%, para el caso de España).
En el relato de la gerente del FMI, lo ocurrido de 2020 en adelante es una superposición de crisis (desde la pandemia del covid 19 hasta la guerra en Ucrania) que retrasarán el logro de los niveles de PIB mundiales previstos antes de la pandemia hasta la segunda mitad de esta década. En el caso de los países emergentes y de las naciones denominadas “economías de bajo ingreso”, la curva (con respecto a los niveles de PIB previstos anteriormente) seguirá siendo plana o descendiente de hecho hasta pasado 2026.
En el rosario de motivos señalados por el FMI, destacan “la inflación, el endurecimiento de las condiciones financieras y los extensos confinamientos que ha instituido con frecuencia China, y que han creado cuellos de botella en las cadenas de suministro internacionales”. Y las perspectivas aún podrían ser peores, dice Georgieva, si a las consecuencias de la guerra se le añade la aparición de nuevas variantes del covid o el efecto de las malas cosechas.
Soluciones que son problemas
En este relato, Georgieva incluye a la vez la respuesta de los bancos centrales a la alta inflación (“el endurecimiento de las condiciones financieras”) como problema y como solución. Las posibles retiradas de estímulos monetarios que ya planifican tanto la Reserva Federal estadounidense o el Banco Central Europeo se verán acompañadas de graduales subidas en los tipos de interés para atajar la inflación, medidas que afectarán al servicio de la deuda de los países emergentes. La gerente del FMI da por hecho que serán necesarios procesos de reestructuración de deuda en el marco del G-20, mientras algunos países se deslizan directamente por la pendiente del impago.
Georgieva también enumera otros campos de actuación, además de la inflación y la deuda, que deberán centrar las decisiones políticas y económicas en los próximos meses. Entre ellos, el mantenimiento y profundización de la respuesta mundial ante el covid 19 (que estima en 15.000 millones de dólares adicionales en vacunas y medidas de protección), el cambio climático o la revolución digital. Aviso a criptonavegantes: Georgieva confirma que el FMI trabaja en un fortalecimiento del marco regulatorio de los criptoactivos.
Visitas: 0