Después acuerdo con revelaciones de Haaretz,el Ministerio de Seguridad israelí selló cientos de documentos que contenían testimonios de generales del ejército sobre la matanza de civiles, la destrucción de pueblos y la expulsión de beduinos.
Miembros del Ministerio de Seguridad israelí ordenaron el sellado de documentos históricos que contenían pruebas del proyecto nuclear «israelí» y de los asesinatos en masa de palestinos, así como de la destrucción de sus hogares, durante la Nakba, reveló el lunes Haaretz.
El periódico señaló que el departamento de seguridad del Ministerio «ordenó trasladar a las cámaras acorazadas los documentos relacionados con el proyecto nuclear y las relaciones exteriores de «Israel». Pero también sellaron cientos de documentos que contenían testimonios de generales del ejército sobre la matanza de civiles, la destrucción de pueblos y la expulsión de beduinos».
Además, el informe indicó que «los materiales sellados en el archivo de Yad Ya’ari tratan principalmente de 1948 e implican a las aldeas árabes de Tantura, Al-Dawayima y Deir Yassin, y a funcionarios elegidos. Incluyen también documentos en polaco de finales de los años 40 y principios de los 50 que no fueron autorizados para su publicación y que pertenecen a Israel Barzilai, que fue ministro de Sanidad y líder del partido Mapam».
«Los que estaban detrás de la operación de ocultar documentos son miembros del MALMAB (responsable de la seguridad dentro del establecimiento de seguridad), una agencia secreta cuyo trabajo y presupuesto son secretos», apuntó Haaretz.
La investigación reveló, según la publicación, que los miembros del aparato «trabajaban sin ninguna autoridad legal. En algunos casos ocultaban documentos que la autoridad de censura militar había permitido publicar previamente, y a veces incluso los trasladaban a bóvedas de documentos cuyo contenido se hacía público».
Después de las revelaciones, Haaretz escribió que el presidente del subcomité, que se ocupa de las cuestiones relativas al Ministerio de Seguridad y sus unidades, MK Michal Rozen, «convocó reuniones para discutir el asunto durante el año pasado».
El medio de comunicación agregó que durante estas reuniones «salió a la luz que los representantes del gobierno fueron efectivamente a los archivos y guardaron bajo llave documentos que no eran clasificados y que el departamento de seguridad del ministerio no tiene autoridad para ocultar».
Según la información hecha pública por Haaretz, Rozen y el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset, MK Ram Ben-Barak, sí solicitaron que los archivos se hicieran públicos.
En una declaración al medio israelí, dijeron que «el ministerio nunca tuvo la autoridad legal para encerrar los documentos. […] No se pueden ocultar partes de nuestra historia sólo porque sea desagradable revelarlas. El público tiene derecho a conocer nuestro pasado con total transparencia».
Además, el informe israelí mostraba que la petición de los funcionarios fue, de hecho, denegada por los responsables. El informe decía:
«Los funcionarios del Ministerio de Seguridad se opusieron con vehemencia a la demanda de Rozin y del presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset, MK Ram Ben-Barak, de revelar los documentos. Finalmente se llegó a un compromiso, propuesto por MK Eitan Ginzburg, según el cual el archivero del gobierno enviaría una carta a los archivos pidiéndoles que comprobaran si los documentos ocultos podían publicarse».
Ruti Abromovich, encargada de los archivos del gobierno israelí, envió una carta a una cadena reducida de archivos públicos pidiéndoles que presentaran los registros del período de establecimiento del régimen que se mantenían encerrados en bóvedas por orden del MALMAB para que fueran revisados por los Archivos del Gobierno.
Según el informe, Yaacov Lozowick, archivero del gobierno entre 2011 y 2018, argumentó que «la autoridad para clasificar los documentos, incluso en el archivo del ejército, corresponde únicamente a los Archivos del Estado y no a otros archivos, ya sean públicos o privados», y añadió que «el hecho de que la carta sólo se enviara a unos pocos archivos plantea dudas porque cree que el Ministerio de Defensa examinó cientos de archivos.»
El informe de Haaretz concluye que si «Israel» admitió en las sesiones «que los documentos fueron ocultados sin autoridad, ¿por qué no insistió en su divulgación inmediata? ¿Con qué autoridad dice ahora el gobierno a los archivos que deben traer los materiales para su inspección, mientras que no tenía autoridad para ocultarlos?«
Publicado originalmente por Tercera Información. Reimpreso con el permiso de Asociación Tercera Información bajo licencia CC BY-NC 4.0
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